¿Qué ocurrirá con el Libro de Familia a partir de ahora?
El pasado viernes día 30 de abril, entró en vigor una nueva normativa que dirige la desaparición del Libro de Familia tal y como lo conocemos hoy en día, en papel. Y, en su lugar, entrará una nueva etapa digital. ¿Qué reemplazará a este documento con tanta historia?
Pues bien, tal y como podemos conocer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), este formato físico se verá reemplazado por una base de datos virtual en la que se registrarán todos datos familiares. Un mecanismo para digitalizar el histórico Libro de Familia en papel.
Y es que, ha pasado ya una década desde que se planteó por primera vez este avance tecnológico. La idea fue lanzada desde el Ministerio de Justicia (encabezado por Francisco Caamaño) del Gobierno de José Luis Zapatero, bajo la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil. Y es ahora cuando se hace efectiva, con el reemplazo del libreto físico por una base de datos virtual, a la que los ciudadanos podremos acceder.
Vamos ahora a dar respuesta a algunas de las principales preguntas que se están generando sobre el Libro de Familia, para lo que nos valemos de un artículo de 20 Minutos:
¿Cuándo nació y cuál ha sido su uso?
El Libro de Familia fue expedido por primera vez el 15 de noviembre de 1915, por el Ministerio de Gracia y Justicia de Alfonso XIII. En aquella época, su principal objetivo era recoger la relación de parentesco entre cónyuges, padres e hijos. Además de las defunciones. Un poco más tarde se fueron añadiendo otras situaciones como las adopciones, las separaciones o los divorcios.
Sus usos fueron variando con los años: si bien hace décadas se solicitaba incluso al alojarse matrimonios jóvenes en hoteles (durante su luna de miel), hoy en día tan solo se contempla como una inscripción que apoya al censo y vincula los lazos sanguíneos.
¿Dónde se expide el Libro de Familia?
Actualmente, el Libro de Familia se emite por el Ministerio de Justicia de España y se tramita en el Registro Civil de los Juzgados Municipales. Son los propios propietarios los encargados de acudir a las instituciones para actualizar las modificaciones consanguíneas.
Ahora bien, gracias a la ley del Registro Civil de 2015 en la actualidad se permite que sean los propios hospitales los encargados de inscribir a los recién nacidos en el Registro Civil.
¿Qué ocurrirá con los documentos actuales?
Los Libros de Familia ya expedidos no perderán su valor, es decir lo que lo tengamos en la actualidad podremos seguir utilizándolo para nuestras gestiones. Eso sí, no se nos permitirá ampliarlo de manera física (Continuará teniendo los efectos previstos en los artículos 8 y 75 de la Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957).
¿Cómo consigo el nuevo Libro de Familia?, ¿cómo inscribo a un nuevo integrante del núcleo familiar?
Para dar respuesta a la primera pregunta, podemos leer la información que ofrece la Comunidad de Madrid: «El libro de Familia se obtiene el mismo día en que se acude al Registro Civil a realizar la inscripción del matrimonio; esta inscripción, deberá realizarse en el Registro Civil del municipio en que se haya celebrado el mismo. De igual forma, podrá obtenerse el día en que se inscriba el nacimiento del primer hijo de padres solteros, o al inscribir la adopción de un hijo, si no se hubiera solicitado anteriormente.»
Y, en el caso de inscribir a un nuevo miembro en la familia, se podrá acudir a ciertas secciones habilitadas en los distintos hospitales para realizar este trámite administrativo. Si bien es cierto que no existen todavía instrucciones para solicitarlo, se entiende que se seguirá el mismo procedimiento que hasta ahora.
¿Cómo será el nuevo diseño?
Lo cierto es que el Libro de Familia ha sufrido pocas modificaciones desde 1915. Según leemos en el artículo: “Durante la década de los cuarenta, el país aprobó la introducción de fotografías de carnet de ambos esposos, con el fin de identificar a los dueños del mismo. Una iniciativa que tan solo se mantuvo en vigor 20 años, puesto que en los sesenta dejó de ser obligatorio.”
“Ahora, la digitalización da un giro de 180 grados a la imagen histórica que ha defendido el antiguo formato durante tanto tiempo, puesto que se basará en una base de datos online en la que cada individuo contará con un extracto en la que figuren sus datos personales, siempre y cuando estén relacionados con su estado civil.
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